En numerosas ocasiones hemos llamado la atención del estado tan deficiente en el que se encuentran algunas de las plazas y calles peatonales de la barriada de la Paz.
Son los casos de Guadiaro, Ubrique, Sancti Petri, Arillo o Antonio de Ulloa.
Bien es cierto que no todas están igual de mal, aunque hay algunas que destacan por su estado, es el caso de Guadiaro, entre las calles Barbate y Avenida Guadalquivir. Una zona que contaba con un pavimento totalmente levantado, sobre todo las zonas más cercanas a los árboles.
En su momento se reformó la parte más cercana a las casapuertas de los bloques de Guadiaro, y ya se están efectuando en el resto de la calle.
Tras un tiempo sin presupuestos por parte municipal para la reforma de estas zonas peatonales, ya se están llevando a cabo obras de más envergadura, y no tanto parcheos como se había efectuado hasta la fecha.
Por un Cádiz Mejor ha denunciado en numerosas ocasiones, durante estos años, el estado tan deplorable y peligroso que se encuentran estas zonas peatonales de la Barriada de la Paz.
La reforma de estas calles, junto a otros proyectos serán llevados a cabo en su totalidad por los fondos Edusi que Cádiz consiguió en la segunda convocatoria en mayo de 2017. En total 15 millones de euros para barrios de Puertas de Tierra: La Paz, Cerro del Moro, Loreto, Puntales, Guillén Moreno y Segunda Aguada.
En el caso de la barriada, la situación se agrava aún más si cabe al ser declarada una zona de transformación social.
Ya llegó el día. Por fin Cádiz va a acometer el proyecto global de carril bici en toda la ciudad.
Mucho más tarde que otras ciudades de la provincia y de Andalucía, ya se han puesto las primeras vallas para acometer las obras de unos carriles que son la base de una nueva ciudad, una ciudad mas accesible, más medioambientalmente sostenible, más integradora, más protectora del patrimonio.
Lo hecho hasta ahora, de la nada hasta el algo, ha llegado a su culmen con este acuerdo entre Ayuntamiento de Cádiz y Junta de Andalucía. Poco a poco van a quedar atrás los pseudos carriles en las aceras del Campo del Sur o la avenida Juan Carlos I tras las obras del soterramiento.
Es cierto que fue un intento de crear algo. Suponían algo, pero sin un proyecto global que ha creado muchos problemas en la convivencia con los otros actores de la ciudad: los peatones.
La idea de entonces consistía que la acera tenía que ser compartida por viandantes y ciclistas, mientras que los vehículos a motor seguían copando gran parte del espacio público.
El tiempo ha quitado la razón a los que defendían esta idea, y se fueron creando carriles independientes de los carriles de coches y de las aceras, como en la calle Valencia, las avenida de la Constitución de 1812, Huelva o del Descubrimiento (paralela a la verja del muelle desde Comes hasta la Punta de San Felipe) y, sobre todo, el de la avenida de la Bahía, desde el barrio de Puntales hasta el barrio de Astilleros, que con la obra del segundo puente se ha ampliado por los bajos de este puente.
Un gran proyecto urbanístico que va a cambiar la movilidad de la ciudad y que ha comenzado por el frente marítimo comprendido entre la plaza de Asdrúbal hasta Ingeniero la Cierva, por las avenidas Fernández Ladreda, Almílcar Barca y el Paseo Marítimo.
Toda obra lleva a cabo inconvenientes, por las molestias durante su ejecución, pero también por los cambios tan profundos que va a llevar a cabo. De momento, se suprime uno de los sentidos, quedando exclusivamente el de salida de la ciudad.
Con esta obra comienza a vislumbrarse el Cádiz para todos los ciudadanos.
